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En el Año Internacional de los Afrodescendientes, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, en el 2011, estas comunidades- en una iniciativa piloto- serán el tema del Proyecto Quilombo de las Américas.
Entre los días 15 y 19 de agosto, hubo un anticipo del intercambio de experiencias y prácticas entre las diferentes comunidades. Fue durante una reunión en el edificio sede de la Embrapa, en Brasilia. El encuentro contó con la participación de líderes de las comunidades afrorrurales y representantes de los gobiernos de Brasil, Ecuador y Panamá.
“Conocer comunidades con los mismos problemas en otros países, está resultando impactante. Gracias al proyecto fue posible ver que aún hay mucho que puede hacerse y muchas cosas en la que nosotros podemos ayudar. Siento que esta lucha nos va a servir a todos, pues todos estos países tienen el mismo problema, proveniente de la época de la esclavitud”, afirma Martha Quintana, alcaldesa de Santa Fe, distrito de la provincia de Darién, en Panamá.
Para el secretario ejecutivo de la Corporación de Desarrollo Afroecuatoriano (Codae), José Chala Cruz, el Quilombo de las Américas es una oportunidad para los países participantes de conocer los avances de las naciones vecinas sobre temas como soberanía y seguridad alimentaria. “El gobierno ecuatoriano tiene la gran expectativa de tener una relación de aprendizaje e intercambio de conocimientos que nos va a dar oportunidad de reflexión sobre la seguridad y soberanía alimentaria y también sobre el diálogo que se puede establecer entre la sociedad civil, los quilombolas y los Estados en términos de la aplicación de políticas públicas que garanticen la ciudadanía en cada uno de los países.”
Por su parte, el representante del quilombo Empata Virgem, en Maraú-BA, José Conceição da Silva, cree que el proyecto va a significar mejorías para su comunidad. Asimismo, señala que el intercambio con otras comunidades es una forma de fortalecer una identidad negra en América Latina. “Estoy aprendiendo bastante con eso, porque estoy conociendo otras comunidades en diferentes países que viven la misma realidad que nosotros aquí en Brasil.”
Metas
Quilombos, palenques, cumbes, maroons y cimarrones son denominaciones dadas en diferentes países de América Latina para comunidades rurales de afrodescendientes. Todos estos lugares tienen en común la lucha contra la esclavitud – practicada durante siglos en diversas naciones del continente- y de marginalización, en el presente.
En el Año Internacional de los Afrodescendientes, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, en el 2011, estas comunidades – en una iniciativa piloto- van a ser tema del Proyecto Quilombo de las Américas. El objetivo es hacer un levantamiento de los aspectos sociales, económicos, alimentares, institucionales, tecnológicos y culturales de comunidades afrorrurales en Brasil, Ecuador y Panamá. La finalidad de este estudio es construir, a partir de estos datos, una red de articulación de políticas públicas y cooperación entre estas localidades.
“Son comunidades en países latinoamericanos y caribeños con trayectorias históricas similares a los quilombos en Brasil y con una realidad muy parecida a la que ocurre en el País”, explica el Investigador Edson Guiducci Filho, de la Embrapa Hortalizas (Brasilia-DF), que integra el equipo del Proyecto.
La Secretaría de Políticas de Promoción de la Igualdad de la Presidencia de la República (Seppir/PR) tiene a su cargo la coordinación de las actividades, y además de la Embrapa, otras instituciones participan en el proyecto. Ellas son: la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), la Secretaría General Iberoamericana (Segib), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y el Programa Interagencial de Promoción de la Igualdad de Género, Raza y Etnia.
Según Edson Guiducci Filho, el proyecto cuenta con dos ejes fundamentales, el primero es el acceso a derechos económicos, sociales, culturales y políticos. El otro eje, se trata de la soberanía alimentaria, priorizando la seguridad alimentaria de esos lugares. Él explica que hasta fines de noviembre, un grupo de investigadores visitará comunidades afrorrurales en Brasil, Ecuador y Panamá para estudiar las características de estos lugares. Los estudios van a obtener informaciones sobre cuestiones como acceso a la tierra, la salud y a la educación; mercado de trabajo, recursos naturales, sistemas productivos y organización social.
Las informaciones recogidas por los investigadores ayudarán en la formulación de políticas públicas y proyectos de cooperación. “Obviamente cada país tiene su constitución y sus especificidades. Pero en líneas generales la necesidad es garantizar los derechos sociales esenciales, mínimos”, afirma el investigador Josenilton Marques da Silva, del Ipea. |